martes, 21 de febrero de 2023

LA PATRIA GRANDE LATINOAMERICANA Y LA DOCTRINA MONROE EN EL SIGLO XXI

 Temas para el Debate


VERBA MINIMA #42                                                                          

  Por Orlando Castillo*

El pasado sábado 4 de febrero del presente año, vía conferencia Facebook Live, la Central Continental de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación (CTE) y el Congreso de Movimientos Sociales de Nuestra América, realizaron el Foro Internacional Virtual "A 200 años de la Doctrina Monroe la lucha por la Independencia continúa" con la participación de líderes sociales de Perú, Chile, Bolivia, Honduras, Guatemala, Haití, Venezuela, México y Panamá. A tan interesante evento fui invitado como ponente por Venezuela a través del compatriota Profesor Orlando Pérez, Presidente de la Central antes mencionada y Presidente del Sindicato Nacional Fuerza Unida Magisterial (SINAFUM). 

 Se trata de una temática que llama a la reflexión y al debate, pues a pesar del tiempo transcurrido la necesaria y fundamental lucha por la soberanía nacional ha continuado contra viento y marea. Nada mejor que otear estos doscientos años de acoso imperial gringo a través del tamiz histórico nuestroamericano en el marco de la tercera década del trepidante Siglo XXI. Para ello es fundamental comprender que nos encontramos ante un nuevo reordenamiento del modelo capitalista neoliberal cuya crisis estructural es de una amplitud y profundidad nunca vistas hasta el presente. 

 Por lo tanto, ante nuestros ojos se desarrolla la reorganización estratégica del planeta y entre marchas y contramarchas avanzamos hacia el gran recambio geopolítico mundial que consiste en la inclusión de la mutipolaridad en la actual realidad global que cada vez es menos unipolar. Esta novísima situación obliga al antes indiscutido hegemón norteamericano a entrar en una nueva relación de re-equilibrio de poder con potencias emergentes como India, Rusia y China. A esto se añade la presencia de la pandemia del COVID-19 desde el año 2020, que ha cambiado las condiciones de vida y trabajo de la población mundial. Se agrega a lo anterior el impacto devastador de la crisis climática y ambiental que golpea al planeta. Para completar esta trilogía trágica: el abandono por parte de la élite neoliberal del valor trabajo productivo para lanzarse en una desenfrenada práctica económica de especulación financiera apostando toda su fuerza a los vaivenes y laberintos del complejo bursátil sin confiar en la economía real productora de bienes y servicios. 

 Ante tan complicado panorama planetario ¿hacia donde vuelve su mirada el preocupado hegemón gringo? Indudablemente que hacia América Latina, de allí la pertinencia de ubicar la matusalénica Doctrina Monroe en el marco político global del presente siglo. 

 Para ilustrar lo planteado haré referencia a dos hechos político-sociales que evidencian que la narrativa monroista, más allá de su presentación pública en 1823, constituye un relato que expresa el poder primero colonialista y luego imperialista. Tal narrativa se emparenta con otro relato fundamental del ideario de dominación yankee que tiene intrínseca relación con otro texto de la visión y concepción supremacista: es el que se basa en la condición de excepcionalidad y predestinación cuasi-divina de la élite fundacional norteamericana o Padres Fundadores de la nación estadounidense para dirigir luego su propio país al continente americano ("América para los americanos") y de aquí al resto del mundo como expresión de un "destino manifiesto". 

 


 Para muestra, un botón: un hecho socio-cultural de alto simbolismo es la obra escultórica de grandes dimensiones en el Monte Rushmore de Dakota del Sur en los EEUU. Allí se observan en la fachada de una montaña de granito los cuatro rostros (de veinte metros de altura cada uno) de los siguientes personajes: George Washington, Thomas Jefferson, Theodore Roosevelt y Abraham Lincoln quienes resumen los primeros ciento cincuenta años de historia estadounidense. Los dos primeros, tenidos como "Padres Fundadores" de la nación norteña y co-redactores de su primera Constitución, ricos hacendados, dueños de las mejores tierras de cultivo y propietarios de esclavos. El tercero, Roosevelt, fue reivindicador e impulsor de guerras de dominación e intervención en Panamá, Santo Domingo y Cuba e irónicamente laureado con el Premio Nobel de la Paz en 1906; es decir que este presidente e invasor gringo se despachaba y se daba el vuelto blandiendo en una mano la doctrina Monroe y en la otra el Destino Manifiesto apoyado por las cañoneras y el ejército invasor norteño que desde aquellos tiempos hicieron de la América Meridional su autodenominado patio trasero. 

 Hoy, después de dos siglos, según indica el último informe de la Comisión de Seguridad Estadounidense, el continente Nuestroamericano es "reserva geopolítica estratégica" del hoy golpeado pero siempre pendenciero hegemón yankee. Estamos hablando entonces de la estrecha relación de ambos constructos político-ideológicos de la élite norteamericana que marca a fuego su pensamiento y correspondiente práctica supremacista en la idea fuerza que "América es para los Americanos" es decir, según ellos, para los Norteamericanos. Tan insolente planteamiento tuvo insurgentes respuestas a lo largo de nuestra gesta heroica de Independencia, desde aquellos tiempos de la lucha de nuestro Libertador Simón Bolívar quien tanto en el Manifiesto de Angostura como en el Congreso Anfictiónico de Panamá, dejaba claramente establecida la condición de región suramericana libre y soberana no atada o sometida a ninguna injerencia extranjera. Nuestras luchas independentistas desde entonces estuvieron profundamente marcadas por el sentido y contenido de patrias independientes y soberanas, por lo que en este Siglo XXI y frente al relato opresor y supremacista de la Doctrina Monroe con su alter-ego el Destino Manifiesto, se impone la idea-fuerza de la unión, de la independencia nuestroamericana. De allí la importancia estratégica del ALBA, de la CELAC y de la UNASUR. Se trata de la férrea unidad de largo alcance de los pueblos y territorios nuestroamericanos conscientes hoy más que nunca del valor real de la unidad como un gran Estado-Nación soberano de pueblos, convivencias, historias, luchas y anhelos comunes. Unidos y activos hermanos y hermanas de Latinoamérica, somos la más firme posibilidad y convicción de ser hoy una auténtica y real construcción histórica futurista que apueste a la vida, a la paz con justicia e igualdad social, a la más sólida unión de pensamiento y acción de nuestros pueblos, hermanados en nuestra irreductible tarea de construir un mundo no solo posible sino realizable. 

 ¡FRENTE AL ENGAÑO Y AGRESIÓN DEL MONROISMO NORTEAMERICANO, DEFENDAMOS CON PASIÓN VITAL EL RELATO Y LA ACCIÓN UNIFICADORA DE LA PATRIA GRANDE LATINOAMERICANA!

 ¡CONTRA LA DIVISIÓN Y FRACTURA DE NUESTRO IDENTIDAD NACIONAL, SÓLIDA UNIDAD Y LUCHA DE LOS PUEBLOS NUESTROAMERICANOS! 

 

¡LATINOAMÉRICA, RAZA CÓSMICA, TIERRA DE PAZ, DE HOMBRES Y MUJERES LIBRES CONSTRUYENDO EL SOCIALISMO NUESTROAMERICANO, NI CALCO NI COPIA, CREACIÓN HEROICA! 

 

*Orlando Castillo - Constituyente por el Sector de Trabajadores y Trabajadoras. Miembro del Consejo Consultivo de la CBST-CCP.

 

Caracas, 20 de febrero de 2023



 

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