"La muerte es parte del riesgo que debe correr
todo revolucionario".
Jorge Rodríguez
Por Jesús Mujica Rojas. Ceramonauta. 25-7-2020
"¡Ah mundo, cuando el mundo era mundo y en Carora llovía", este es el decir popular que describe la desértica región de Carora (municipio Torres, estado Lara), donde el sol abrasa y el viento pasea en la amplia planicie. Allí nació Jorge Rodríguez en el año de 1942, durante el gobierno del presidente democrático Isaías Medina Angarita, que fue derrocado por un golpe de Estado orquestado por el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, con la complicidad del partido Acción Democrática y apoyo de militares golpistas.
En el siglo XX Venezuela
era el país del "dispare primero y averigüen después"
doctrina de Estad terrorista, impuesta a sangre y fuego por Rómulo Betancourt,
primer presidente de la dictadura puntofijista (1959-1964), defensor de los
intereses de las transnacionales petroleras y del imperialismo yanqui. Esa fue
la realidad política, económica y social contra la cual insurgió una
juventud que luchó a brazo partido contra el neocolonialismo y el capitalismo
dependiente. Jorge Rodríguez, al igual que muchas y muchos otros, desde
temprana edad echó su suerte a andar con los pobres de la tierra y tanto
fue su furor que sus coterráneos empezaron a llamarlo
"Carora".
En la Escuela Nacional
de Rubio (estado Táchira) obtuvo el título de Maestro Rural, y fíjense,
que ironía, uno de sus profesores fue Carlos Andrés Pérez, futuro presidente de
la República. La experiencia de Jorge como maestro signó profundamente su
vocación de educador popular por la justicia, la paz y la redención social,
este rol siempre lo acompañó como un revolucionario integral orgánico al
igual que Argimiro Gabaldón y Fabricio Ojeda, entre otros.
Por su compromiso y
consecuencia con la causa de la revolución y la construcción del Socialismo,
Jorge, el dirigente revolucionario del Movimiento de Izquierda Revolucionaria
(MIR), primero, y luego como militante histórico, Secretario General de la Liga
Socialista, sufrió en carne propia persecuciones, cárcel y la más horrible,
muerte producto de las torturas del sistema policial represivo, terrorismo de
Estado aplicado por su otrora profesor Carlos Andrés Pérez y su ministro de
Relaciones Interiores Octavio Lepage que ordenó a los torturadores Aristides
Lander, Rafael Vivas V, Henry López Sisco, entre otros, fuese asesinado. Murió
destrozado por las torturas en los calabozos de la Dirección de Servicios de
Inteligencia Policial (DISIP), en Caracas el 25 de julio de 1976, apenas tenía
34 años. Su asesinato fue un Magnicidio.
El Comandante Presidente
Hugo Rafael Chávez Frías escribió de puño y letra en el Plan de la Patria
2013-2019: "Sólo la honrosa y valiente resistencia de la
mayoría patriótica del pueblo venezolano y su liderazgo honesto,
expresada en la lucha contra las dictaduras del siglo XX, en las
rebeliones civiles y militares del sesenta, en movilización combativa de
sucesivas generaciones (...) nos salvaron de una total destrucción como nación...".
Jorge Rodríguez,
camarada, hermano, tu ejemplo, lealtad, solidaridad y dignidad son un
corazón abierto, su latir es nuestra mejor escuela, en él se aprende la
historia, la historia de Venezuela.
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