La flexibilización es controlada y evaluada para garantizar que no haya un brote que comprometa la seguridad sanitaria de la población.
Tenemos que recordar que al inicio de la cuarentena, colectiva, social y voluntaria, las industrias y comercios relacionados con los alimentos, medicinas, servicios de electricidad, servicios de atención a la salud, las hidrológicas, los obreros petroleros, expendios de alimentos han estado laborando. Trabajadores que merecen el reconocimiento de todo el pueblo venezolano porque mientras la mayoría hacia cuarentena, para cuidarse y cortarle el ataque del virus, estos compatriotas asistían a sus labores y garantizaron lo mínimo indispensable para atender la emergencia.
Y lo más importante, al cumplir con las medidas indispensables (tapa boca, lavarse las manos y evitar las aglomeraciones dio como resultado que no se produjeron brotes del virus en esos establecimientos.
En la flexibilización estas medidas deben hacerse obligatorias, y los que no tengan que salir, síganse quedando en su casa.
No perdamos de vista que los países de Europa que hoy, paulatinamente avanzan en una normalidad relativa, tuvieron que pasar por periodos estrictos de cuarentena para detener la infección.
La flexibilización no debe constituir un relajo, una pérdida de la vigilancia o un descuido con las medidas mínimas. El covit 19 esta vigente y cualquier abandono de la seguridad se puede convertir en un brote que eche abajo todo lo que hemos avanzado.
La clase trabajadora ha demostrado una gran disciplina y en esta nueva flexibilidad debe continuar observando cuidados sanitarios.
Por la CBST hacemos llegar el reconocimiento al Gobierno Nacional, al equipo de especialista que asesoran y evalúan la pandemia, por la disposiciones que han tomado para darle un parao al virus.
Cuarentena voluntaria, disposición de centros de salud para la atención de quienes se contagien, despistaje con pruebas de detención de la enfermedad, fortalecimiento del CLAP, atención al suministro de gasolina, garantía de la estabilidad en el trabajo, protección para el uso de los servicios públicos, son políticas que nos permiten afrontar esta dificultad imprevista.
Esta emergencia nos deja lecciones, entre ellas: podemos afrontar cualquier problema y resolverlo.
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