Rafael S. Chacón G.
@Rafaelsimonchac
El 15 de enero se celebra otra fecha más del día del educador, muchos dirán para que celebrar, si el salario del docente ha sido golpeado por la hiperinflación, tienen toda la razón, pero tampoco podemos negar que el gobierno ha hecho esfuerzos para compensar el salario, claro está, que toda esta situación es producto de la guerra inhumana que genera un bloqueo criminal y esto no es una simple escusa, sino una realidad vivida día a día, que afecta al conjunto de la clase trabajadora venezolana.
En ese orden de ideas el
IPASME está compensando al docente, otorgando productos de línea blanca, a
través del programa: “Mi casa Bien Equipada”, instalando tiendas para la venta
de calzados y otros artículos, en las Unidades Médicas a precios solidarios y
dotando de medicamentos sobre todo a los educadores con enfermedades crónicas.
Esta situación formo a un
educador en resistencia, con gran heroicidad y vocación profesional para
garantizar el derecho a la educación en medio de la pandemia, lo cual llevo a fortalecer la triada: escuela, familia
y comunidad, aplicando la educación a distancia con distintas modalidades, como
las carteleras pedagógicas, seminarios, papelógrafos, cuadernos pedagógicos,
bicicleta y moto viajera, valija viajera, mapire comunitario.
Este proceso educativo no
presencial significo una transformación organizacional y pedagógica con
producción de conocimientos colectivos, territorializado, histórico y social.
Estas modalidades demuestran a un educador con inventiva, con prácticas basadas
en las capacidades del lugar, ejemplo de ello es el educador como impulsor de
proyectos educativos de siembra, en el área agrícola, bajo la concepción del
aprender-haciendo, construyendo el bien común, vinculando el aprendizaje con el
trabajo digno y cooperativo que conlleve a la satisfacción de las necesidades
básicas. Viva el educador en resistencia, construyamos una educación productiva
y descolonizadora.
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