Por Jacobo Torres De León*
Comenzaron las cábalas por la derrota, todo el
mundo hacha en mano buscando hacer leña para el fuego. Dimes y diretes pululan
por doquier con sesudos análisis del porqué perdimos.
Partamos por decir que ellos no ganaron, nosotros perdimos!
Segundo que toda la culpa es
absolutamente de la dirección y que el pueblo le pasó factura a la
inconsecuencia, la insensatez y la desidia de los gobernantes.
Mi aplauso inmenso a Jorge Arreaza por
su valentía y la gallardía de haberse echado al hombro la muerte anunciada con
su flemática conducta y el aplomo que lo caracteriza, fue capaz de unificar al
chavismo en medio de la debacle.
Pero hay razones más profundas que no
comienzan ni terminan en Barinas, estamos frente a un modelo agotado que
enfermó al estado y que nos empeñamos en reproducir como la panacea. Un estado
enfermo que agoniza en manos de oportunistas, burócratas y advenedizos que
hacen caso omiso al presidente y se regodean en sus pequeños tronos y feudos.
Ministros, presidentes de empresas del estado, funcionarios medios que hacen
del ejercicio del gobierno el festín de las hienas.
El debate debe ser a fondo y sin
cortapisas y partamos de la inmensa necesidad del rearme ideológico y la
construcción del socialismo, transferir el poder al pueblo y demoler el estado
burgués con todas sus taras.
No basta con escuchar al pueblo de
trata de emanciparlo.
No le sigamos haciendo el juego al
capital y a la autocomplacencia, dejemos de hacer gestión y hagamos Revolución!
Decidir y gobernar con el poder popular.
*Diputado a la Asamblea Nacional y Combatiente Revolucionario
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