martes, 9 de marzo de 2021

EL TELE TRABAJO, LA SALUD Y SEGURIDAD LABORAL EN UN CONTEXTO DE PANDEMIA

TEMAS PARA EL DEBATE: UNA MIRADA AL MUNDO DEL TRABAJO

Por Néstor Ovalles *

Se haya planteado un debate mundial en torno al curso que ha de tomar esa dimensión vital para la civilización humana que es el trabajo, se discute ampliamente, tanto en el ámbito público como el privado en torno a su futuro, perspectivas y las transformaciones que experimenta como proceso social. Dicho debate convoca a diversos actores, en diferentes espacios a formular preguntas, emitir opiniones, proponer opciones y  plantear propuestas.

Ciertamente este es un tema complejo que nos desafía, nos reta e impone un mayor grado de politización, elaboración teórica e ideológica. El referido tema nos impulsa a hacernos de un pensamiento libre, crítico, independiente y hasta desobediente cognitivamente hablando, pensamiento que logre abordar temas cruciales para el futuro civilizatorio de la humanidad. Hoy somos testigos, en muchos casos pasivos, de la erosión o merma que experimentan las formas tradicionales de trabajo, asistimos a la erosión de la llamada relación de trabajo típica, por tanto resulta necesario analizar la función cambiante del trabajo para los individuos y para las sociedades en el siglo XXI. Es necesario apuntar que el desarrollo capitalista en la presente coyuntura, denota las graves tensiones presentes en el sistema de relaciones entre lo humano y lo natural, la nación y el imperio, el capital y el trabajo, la mujer y el hombre, el norte y el sur.

Los elementos constitutivos de la relación de trabajo típica, sus atributos tradicionales de jornada laboral completa, salario con capacidad adquisitiva, plena garantía de derechos laborales y amplía protección social se encuentran en crisis formal y de fondo, siendo severamente impactados en su esencia por la dinámica global de financiarización neoliberal. En dicho contexto predominan las formas de empleo vulnerables, flexibles, caracterizadas por; la pauperización remunerativa, la informalidad de la dependencia y la limitada cobertura en la seguridad social. Es así como la actual situación en el mundo del trabajo se nos muestra verdaderamente complicada, esto supone una intensa labor de análisis, exploración y examen de las tendencias que marcan en lo fundamental dicha realidad para poder estar en condiciones de elaborar políticas con mayor eficacia social, políticas que aborden los factores y vectores de transformación en lo; climático, demográfico, político y tecnológico en esta nueva era de revolución cibernética.  De tal modo que nos hallamos frente a  una noción de trabajo cuyo futuro se encuentra altamente comprometido por los avances que en el campo científico se desarrollan a velocidad de vértigo.

Sin duda; la automatización e innovación tecnológica constituyen procesos que no podemos detener o desacelerar, dados sus significativos progresos pero debemos gestionarlos de manera colectiva, lo cual incluye la participación de los pueblos, gobiernos, Estados y empleadores. En dicho marco la tecnología y la ciencia son un producto histórico-social susceptible de producir efectos positivos sobre el trabajo, si se actúa con gradualidad en la adopción de las llamadas Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) y se negocian condiciones laborales con aseguramiento de derechos, bajo un marco normativo orientado por una nueva ética que impida los desafueros de la  automatización, robotización o innovación.

Los trabajadores y las trabajadoras en las cadenas mundiales de suministro o cadenas de valor, mejor conocidas como las corporaciones transnacionales, son las mismas que sirven a las plataformas del conocimiento, al universo digital, a la inteligencia artificial y a las telecomunicaciones, con base en un trabajo que sin duda es humano, aunque invisibilizado, deslocalizado, precarizado. Son pues las manos y mentes detrás de las tecnologías de la información y comunicación. Talento humano al cual se le somete con frecuencia a contratos comerciales o mercantiles, mecanismo en la mayoría de los casos fraudulentos, que les expulsa del ámbito normativo laboral, sobreviviendo así, precariamente los muchos, bajo sus formas de trabajo fisuradas, discontinuas y fragmentadas.


El antes indicado es el telón de fondo en el que insurge el Teletrabajo, entendido este como la forma de emprender labores mediadas por el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, que en la opinión de sectores principalmente empresariales, lucha denodadamente contra la llamada cultura del presentismo post fordista y por la instauración de la normalización virtual en las entidades laborales. Teletrabajo que presenta al menos tres generaciones según literatura reciente en la materia, la primera generación la “Oficina del Hogar” básicamente contando con internet y computadoras en la casa, la segunda generación la “Oficina Móvil” con base al uso de teléfonos celulares, laptops y tabletas que se habilitan para trabajar desde cualquier espacio conectado al internet o a una red de datos y la tercera generación  la “Oficina Virtual” concepto superior que irrumpe con la adopción o el uso indispensable de los teléfonos inteligentes, así como la posibilidad de almacenamiento en la nube.

En la actual coyuntura las formas de trabajo remoto se globalizan paso a paso, presionando por una creciente alfabetización digital y sumando una nueva contradicción social, generada esta vez por la amplia brecha entre trabajadores y trabajadoras cualificados técnicamente y los no cualificados, acompañada por un odioso correlato de diferencias salariales, de ingresos y beneficios. Adicionalmente a lo antes indicado, hay quienes reflexionan y alertan en cuanto a los déficits de confianza que puede provocar el sensible descenso en las interacciones no planificadas y su seguro impacto en la innovación y en el fructífero trabajo organizado por equipos, el cual fomenta espíritu de colaboración, construye visiones compartidas y pone en común los problemas para indagar soluciones en colectivo.

En este punto, estimamos meritorio destacar que para una Revolución como la Bolivariana, fundada en el más profundo y genuino humanismo, profesado honestamente por nuestro amado Comandante Supremo Hugo Chávez Frías y defendido consecuentemente por el Presidente Obrero Nicolás Maduro Moros, resulta obligante preservar al trabajo como centro vital de la sociedad, al cual debemos proteger y garantizar bajo formas emergentes de relaciones laborales y mediante nuevos pactos o contratos de derechos con deberes que sean originales fuentes de nuestra naciente Justicia Laboral Bolivariana. Siempre en justo equilibrio con la responsabilidad de cuidar la salud, la seguridad y la vida de hombres y mujeres que trabajan para producir la riqueza social que ha de ser justamente distribuida.

Responsabilidad esta que se ve incrementada de manera urgente en la actual coyuntura por razones de fuerza mayor o situaciones sobrevenidas, como el repentino brote de la enfermedad producida con ocasión al Coronavirus, (Covid19) declarada como tal por la Organización Mundial de Salud, (OMS) en enero de este año y posteriormente caracterizada como pandemia en el mes de marzo pasado, tras evaluar el alto riesgo de diseminación entre los humanos que presentaba el nuevo virus. El Covid19 se ha desatado con fuerza como es ya público y notorio, imponiendo a lo largo y ancho del planeta; la obligatoriedad y estricta ejecución del distanciamiento social, el aislamiento domiciliario, la implementación de recurrentes medidas de bioseguridad, la restricción de la movilidad ciudadana y el cese laboral temporal. Lo que antes representaba una opción por ejemplo para los 12 millones de brasileños, 2,6 millones de mejicanos, 2 millones de argentinos y 500 mil chilenos teletrabajadores, hoy es una aplastante obligatoriaridad para millones en el mundo.

En tales circunstancias la CEPAL junto a la OIT, hablan de apelar a una gestión adecuada y participativa del riesgo laboral por exposición al Coronavirus como mecanismo para reabrir las economías bajo condiciones de seguridad y salud laboral, hecho que se produce en sociedades que por imposición del mercado neoliberal gobernado por la extremista financiarización, hicieron retirar al Estado como principal actor sanitario y desmantelaron la red pública de atención a la salud. Cuando se percatan del inmenso valor del trabajo para la reactivación productiva, inician precipitadas aperturas económicas, levantan sin gradualidad algunas restricciones sanitarias y crean lamentables condiciones para una debacle general que afecta de manera determinante la vida de muchos pueblos. A eso debemos sumar que muchos Estados y Gobiernos, presionados por sectores de poder económico, se han apresurado a formular medidas paliativas y legislaciones excepcionales aplicables a las formas remotas de trabajo como alternativa a los despidos masivos o los cierres de las empresas, decisiones estas que vienen a institucionalizar la flexibilización normativa y la creciente precarización de las condiciones de medio ambiente y trabajo.

De tal forma que se hace oportuno reiterar el concepto de seguridad social que expusimos el año pasado en el I Congreso, el cual se funda en la Doctrina de Proteger para Emancipar, es decir la obligación que tiene el Estado Bolivariano de proteger sin anular el potencial y la capacidad emancipatoria del pueblo. Dicho concepto encuentra soporte en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, nuestro cuerpo jurídico de mayor jerarquía y máxima norma reguladora, la cual se halla orientada por los valores superiores del respeto a la dignidad humana, justicia, libertad, solidaridad, igualdad, democracia, responsabilidad social y la preeminencia de los derechos humanos.

El núcleo central del sistema jurídico-político venezolano desde la perspectiva constitucional indicada, es el respeto a la dignidad humana, fundamentada en el ideario bolivariano y en los valores de igualdad, libertad, justicia y paz. Por ello de lo que se trata es pasar de derechos formales a derechos justiciables, que activen poderosamente la participación y el protagonismo de la sociedad venezolana, del pueblo todo, como efectivamente lo hacen la LOTTT, la LOPCYMAT y la Ley Constitucional de los CPTT. Es la participación popular una nueva fuente del derecho y a la vez es fiel reflejo de los preteridos reclamos sociales, jurídicos, políticos, económicos y culturales de las grandes mayorías. De allí que la protección invocada no puede tener un carácter asistencial, sino emancipatorio, se convierte en un instrumento corresponsable que acompaña en su fragua histórica a un pueblo que decidió ser libre, soberano e independiente.

Desde nuestra concepción bolivariana y chavista, la lucha contra la injusticia social está dirigida a sepultar al capitalismo, no a legitimarlo, pues en nuestra, humilde opinión, la caridad no emancipa y el asistencialismo tampoco. Los derechos sociales, plenamente establecidos en nuestra Carta Magna, constituyen derechos de igualdad, los cuales funcionan como un potente mandato de optimización  para el ejercicio de los Derechos Humanos, que en esencia son derechos emergentes para la; organización, activación, participación y protagonismo popular. He allí la clave de la disciplina de un pueblo como el venezolano frente al Coronavirus, he allí el secreto de la virtuosa dialéctica, entre pandemia y producción formulada por el Presidente Maduro, he allí la razón por la cual el enemigo imperial y oligárquico no prevalecerá, no lograra rendirnos y nosotros Venceremos.  

 * Consejo Consultivo  CBST

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                              




 

 


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