Temas para el Debate II
Fuerzas políticas,
centrales sindicales, organizaciones y movimientos sociales de América
Latina y el Caribe.
22 de enero 2023.
El lunes 23 comienza la Cumbre Social de la CELAC, anticipando la reunión de presidentes y presidentas que se reunirá el martes 24. En el primer encuentro que será anticipado por una conferencia de prensa, se tratarán diversas y sentidas reivindicaciones nuestroamericanas que se expresan en el documento que publicamos.
El martes por la mañana, las organizaciones presentes en la Cumbre Social
marcharán hacia el hotel Sheraton donde deliberarán los mandatarios y
mandatarias.
Las fuerzas políticas, centrales sindicales,
organizaciones y movimientos sociales, en el marco de la VII Cumbre de Jefas y
Jefes de Estado de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe
(CELAC), realizaron la siguiente declaración,
considerando:
·
Que el mundo
se encuentra hoy en una situación de crisis estructural, de disputa hegemónica
y de crisis ambiental, que presentan nuevos desafíos para el sistema
internacional en general y para América Latina y el Caribe en particular.
·
Que la unidad
de América Latina y el Caribe es una condición para: alcanzar la verdadera
independencia; consolidar a la región como una zona de paz, en el sentido
expresado en la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz
aprobada en la II Cumbre de la CELAC, en La Habana, Cuba, el 29 de enero de
2014; tomar un sendero de desarrollo que dé fin a las inaceptables brechas con
los países centrales; obturar la posibilidad de que nuestra geografía devenga
un territorio de disputa entre potencias ajenas a ella; garantizar la
estabilidad política;
·
Que América
Latina y el Caribe es indiscutiblemente un territorio plurinacional;
·
Que América
Latina y el Caribe es la región más desigual del mundo, lo cual se vio agravado
por la pandemia de la COVID-19 y la guerra en Ucrania;
·
Que América
Latina y el Caribe es la región más endeudada del mundo en desarrollo, lo cual
condiciona severamente su desarrollo y autonomía política. Este problema
trasciende la no menor cuestión de la carga de la deuda (pago de intereses, por
ejemplo), sino que además afecta dimensiones económicas y sociales
fundamentales, con consecuencias distributivas, de empleo, de precariedad
laboral, de género y sobre la seguridad social. Es innegable, en este sentido,
la responsabilidad de organismos internacionales como el Fondo Monetario
Internacional (FMI) en tanto instrumentos de una estrategia de sometimiento de
los países periféricos al capital transnacional, con el destacado apoyo de los
EEUU, en alianza con grupos locales.
·
Que América
Latina y el Caribe tiene una deuda histórica con los derechos laborales y
humanos;
·
Que la
democracia en América Latina y el Caribe está amenazada por nuevas formas de
desestabilización y quiebres institucionales, a partir de la voluntad de
actores domésticos y ajenos a la región de instalar democracias tuteladas
funcionales a intereses anti-populares.
·
Que la unidad
de nuestra región debe construirse desde el pie, con la participación
protagónica de las fuerzas políticas y las organizaciones y movimientos
sociales.
Celebramos:
·
La
realización de la VII Cumbre de la CELAC y la vocación y el compromiso de los
gobiernos de la región en avanzar en un camino de mayor integración regional,
así como en posiciones conjuntas en temas clave de las agendas global y
regional, en pos de los intereses de nuestros pueblos.
Declaramos:
·
Que es
imperioso que la CELAC sostenga un posicionamiento firme en relación con la
finalización de la guerra en Ucrania, articulando todos los recursos
diplomáticos disponibles en aras de un diálogo político que lleve a la paz en
esa región del mundo, asumiendo los compromisos pertinentes respecto al
sostenimiento de un orden internacional multilateral basado en el derecho
internacional. En ese sentido, es imperioso que se detengan los avances de la
OTAN en la zona, así como la inclusión de Ucrania en esta organización.
·
Rechazamos
toda forma de colonialismo o neocolonialismo en América Latina y el Caribe.
·
Denunciamos
que la base de la OTAN, representada por Gran Bretaña, en el territorio
usurpado a la República Argentina, representa un peligro para toda la región y
forma parte de un dispositivo de dominio anglosajón más amplio y ambicioso
sobre la región. Exhortamos a los gobiernos de la CELAC a tomar las medidas
necesarias para poner fin pacíficamente a esta situación, al amparo del derecho
internacional.
·
Reafirmamos
los legítimos derechos soberanos de la República Argentina sobre las Islas
Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos
circundantes y el Sector Antártico Argentino, en el sentido en el cual fue
establecido una vez más por la CELAC en la Declaración Especial de septiembre
de 2021.
·
Repudiamos
todo bloqueo ejercido contra cualquier país de la región, y demandamos no solo
la finalización de los bloqueos actualmente existentes sino la definición de
mecanismos de reparación a los pueblos que los sufren. Con
relación al caso de los 62 años de bloqueo a Cuba, exigimos que los EEUU
apliquen la resolución votada en treinta oportunidades en la Organización de
las Naciones Unidas de levantarlo. Asimismo, demandamos que EEUU retire a Cuba
de la arbitraria lista de patrocinadores del terrorismo internacional en la
cual la ha colocado. En el caso específico del bloqueo a Venezuela, se destaca
el hecho de que impide que el Astillero Río Santiago, en Argentina, cumpla con
su compromiso de entregar el buque petrolero Eva Perón y la continuidad de su
construcción gemela, el buque Juana Azurduy.
·
Solicitamos a
los gobiernos de la CELAC iniciar acciones coordinadas para desmantelar las
bases militares instaladas por EEUU en América Latina y el Caribe. En el año en
que se cumplen 200 años de la Doctrina Monroe, condenamos fuertemente lo que
ella implica y cualquier tipo de injerencia en nuestra región
por parte de EEUU.
·
Demandamos
que la CELAC tenga una voz concertada en cuanto a las transformaciones
necesarias de la arquitectura financiera internacional y la deuda externa de
los países. Es necesaria una Nueva Arquitectura Financiera Internacional,
orientada al desarrollo productivo con inclusión social. Esta Nueva
Arquitectura Financiera Internacional debería comenzar con una fuerte revisión
del proceso de endeudamiento salvaje de nuestros países por parte de los
centros financieros y sus agentes especulativos, así como diseñar estrategias
donde el repago de las deudas soberanas recaiga sobre los actores económicos
que se han beneficiado de estos procesos, y no sobre el conjunto de los
sectores populares de la región. Acuerdos tributarios entre países, para
detectar la fuga de capitales de los grandes especuladores de origen local, es
el primer paso para construir un espacio monetario más soberano.
·
Consideramos
imperioso que se encare con decisión la cuestión de la extranjerización de la
tierra en nuestra región, un flagelo que se ve agravado por la actual disputa
hegemónica global. En ese sentido, advertimos sobre la gravedad y el riesgo
generado con los procesos de extranjerización de tierras y espacios marítimos y
fluviales en beneficio de empresas estatales, privadas o individuos ajenos a
nuestra región. Existe la posibilidad de que se constituyan en instrumentos de
la apropiación y el saqueo de nuestros recursos naturales y la excusa para la
intervención de poderes extranjeros.
·
Abogamos por
una integración regional que constituya el mejor instrumento para fortalecer la
soberanía y la autonomía de nuestra región, para que los destinos de este
territorio sean definidos democráticamente según la voluntad de sus pueblos.
·
Condenamos
los golpes de Estado que han tenido lugar en la región. Recientemente, el
perpetrado en Perú y el intento en Brasil. Asimismo, condenamos los recientes
intentos de magnicidio de la ex presidenta y actual vicepresidenta de la
Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y de la actual vicepresidenta de
Colombia, Francia Márquez.
·
Buscamos que
sea promovida una integración regional que fortalezca la independencia
económica de América Latina y el Caribe, disminuyendo los condicionantes
económicos externos a partir de una inserción internacional y acuerdos
regionales que creen y fortalezcan capacidades productivas y tecnológicas
propias, en pos de una reducción de las brechas de desarrollo con los países
centrales. Demandamos que se desande el sendero de acuerdos de libre comercio y
tratados bilaterales de inversión que han sido perjudiciales para nuestros
países.
·
Es imperioso
encarar la cuestión de la crisis climática, con un posicionamiento firme de la
CELAC en relación a las responsabilidades comunes pero diferenciadas en esta
cuestión, promoviendo a nivel global una transición justa.
·
Sostenemos
que se deben retomar los principios y mandatos reconocidos en las Declaraciones
de la II, III, IV, V y VI Cumbres de la CELAC relativos a la generación de
trabajo digno y productivo, la reducción de las desigualdades, el
establecimiento de salarios mínimos vitales y su elevación progresiva, la
protección, asistencia y seguridad social, la eliminación del trabajo infantil,
el fortalecimiento de la educación técnica y la formalización profesional, la promoción
de la igualdad y la equidad de género, la empleabilidad juvenil, el fomento a
la libertad sindical y a la negociación colectiva, el respeto al derecho de
huelga y el fortalecimiento de la administración del trabajo. Creemos en la
necesidad de que la CELAC adopte una Carta Sociolaboral Latinoamericana, de
modo de garantizar a través de un instrumento internacional, una serie de pisos
mínimos en materia de derechos laborales que obligue a los Estados parte a
comprometerse con respetarlos y a no promover ninguna reforma legislativa que
los vulnere. Asimismo, demandamos la defensa de los sistemas previsionales
públicos y de reparto.
·
Con base en
los compromisos adoptados en la resolución sobre la inclusión de un entorno de
trabajo seguro y saludable en el marco de la OIT, relativos a los principios y
derechos fundamentales en el trabajo, solicitamos a los jefes y las jefas de
Estado de la CELAC que promuevan la elaboración de una hoja de ruta de América
Latina y el Caribe sobre Seguridad y Salud en el trabajo y la creación de un
grupo de trabajo técnico para el diseño de la hoja de ruta.
·
Afirmamos que
sin igualdad de género no hay justicia social, por lo que resulta necesario el
compromiso de los Estados en la generación de las condiciones que aseguren el pleno
ejercicio de los derechos y libertades a todas las personas, en especial a
mujeres y diversidades. Reclamamos medidas urgentes para erradicar las
violencias de género.
·
Demandamos la
protección de las personas migrantes y sus familias, según los instrumentos del
derecho internacional que rigen en la región.
·
Demandamos la
institucionalización de espacios permanentes de diálogo de los gobiernos con
las organizaciones y movimientos sociales, así como de participación de la
sociedad civil organizada. La región cuenta con un importante acervo al
respecto que es central recuperar prontamente. Retomamos la demanda presentada
ante la VI Cumbre de la CELAC que tuvo lugar en México, en la Declaración
Abierta de organizaciones sociales de América Latina y el Caribe que llama a
encaminar junto con los gobiernos un espacio de diálogo sobre las grandes
tareas y desafíos que tiene nuestro continente.
·
Demandamos la
promoción, por parte de los gobiernos de la CELAC, de procesos de
democratización de los poderes judiciales en América Latina y el Caribe, que se
encuentran cooptados por intereses internacionales y locales que no
corresponden con los de nuestros pueblos, para así dar fin al disciplinamiento
social, la criminalización de la pobreza, la juventud y la protesta, así como a
la persecución político-judicial o guerra jurídica contra los y las líderes
populares. Demandamos la liberación de todos los presos políticos y todas las
presas políticas en la región, sin cuya liberación no hay democracia real.
Exigimos la liberación de la dirigenta argentina Milagros Sala.
·
Demandamos la
creación de un ámbito para la elaboración de estrategias comunicacionales
conjuntas, que no sólo permitan formular políticas y desarrollar actividades
frente a las noticias falsas (fake news), y las propias acciones de las grandes
corporaciones de medios con un claro sentido de dominación, sino que también
refleje y exprese el bagaje cultural latinoamericano, las experiencias
organizativas, las luchas populares, las historias de resistencia, la vida
cotidiana de los pueblos.
·
Demandamos
que la CELAC active todos los dispositivos y la coordinación necesaria para
garantizar la plena vigencia de los derechos humanos en la región.
·
Demandamos
que los Estados garanticen los derechos económicos, sociales y culturales de
los Pueblos Originarios, reivindicando la Plurinacionalidad de Territorio de
América Latina y el Caribe.
·
Demandamos
que la región dé una respuesta propia a la cuestión haitiana, respetando el
principio de no intervención y el derecho del pueblo de Haití a definir
soberanamente su destino.
·
Reafirmamos
el carácter latinoamericano y caribeño de Puerto Rico y abrazamos a su pueblo
reclamando que se ponga fin a toda forma de colonialismo en ese territorio.
·
Nos
comprometemos a articular la solidaridad y la organización de los pueblos para
la realización efectiva de lo aquí demandado y con el sostenimiento en el
tiempo de espacios como la CELAC social.
Adhieren: Fuerzas políticas, centrales sindicales,
organizaciones y movimientos sociales de América Latina y el Caribe.
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