Me han pedido que escriba una nota en memoria del Chino Khan, José Salamat Khan, como fuera su nombre de pila. ¡Oh, que enorme compromiso! El nudo en la garganta y la tristeza, hacen que la mente revolotee hurgando en los recuerdos de tantos momentos, momentos de luchas, porque así fue que nos conocimos, en lucha, en lucha revolucionaria Chino.
Sí, es muy grande el compromiso, pero mucho más grande e inmenso es el honor que otorga el esbozar y narrar detalles de un CAMARADA (si, en mayúsculas), tan querido, apreciado y entrañable amigo, o más que eso, un hermano de la vida, porque eso fue y será el Chino para todas sus amigas, para todos sus amigos.
Lagrimas que no terminan de brotar nublan la vista, mientras los
recuerdos se ponen en fila india, colocándose adelante, aquel que, en una noche
de béisbol, en el estadium Universitario, en las tribunas del lado derecho, en
un juego entre Caracas y L a Guaira, se me acerco una joven y me dice, señor,
mire, allá atrás lo llaman, y volteando unas tres o cuatro filas mas allá, con
su jovialidad de siempre, allí estaba, sonriendo y viendo el juego de sus Tiburones
de La Guaira, mientras me decía, “a este señor lo conozco yo”, me acerque y lo
salude con el acostumbrado abrazo de hermanos que en cada encuentro nos
dábamos, jamás sospeche que sería esa la última vez que lo vería en vida y que
ese sería el último abrazo que nos daríamos.
Por allá en el año 1996, desde el extinto Congreso de la Republica, se
fraguaba la mayor y artera estafa que le habrían de infligir a la clase obrera
venezolana, con lo que fue el robo de las prestaciones sociales, hecho que se consumó
el 17 de marzo de 1997, casi con la unanimidad de los votos de las y los
diputados de la época, incluyendo a dirigentes sindicales traidores y traidoras
de su clase.
Este episodio reunió a un numero importante de organizaciones y de
dirigentes sindicales de todo el país, dentro de los cuales se hizo presente El
Chino Khan, quien, además, fue un aguerrido y respetado dirigente estudiantil
del sector universitario. Desde allí fundamos la Coordinadora Nacional de
Defensa las Prestaciones Sociales, plataforma política que dio una épica
batalla en defensa de las prestaciones sociales de todas y todos los
trabajadores venezolanos, en tiempos de la IV República.
Más tarde, luego de que, el comandante Chávez saliera de prisión, aquel
marzo del 94, nos reagrupamos esos dirigentes sindicales, en torno a la
candidatura presidencial de este, para alcanzar la victoria revolucionaria en
las elecciones del 6 de diciembre de 1998.
Apenas pasaron unos días del año 99, ya con un gobierno revolucionario,
con la venia, el respaldo y el apoyo absoluto del ya presidente de la Republica
Hugo Chávez, fundamos El Frente Nacional Constituyente de los Trabajadores,
cuyos líderes más visibles y reconocidos nacionalmente, eran sin duda alguna,
nuestro hoy presidente obrero Nicolás Maduro y a su lado, al mismo nivel, El
Chino Khan.
En abril de 2001, él, El Chino Khan y Nicolás, fueron los jefes de una
delegación de 250 dirigentes sindicales a nivel nacional, que durante 10 días
hicimos una visita de Estado a la hermana y revolucionaria República de Cuba,
para estrechar los lazos de amistad, de solidaridad y de compromiso
revolucionario.
En un magno evento, desde la Sala Plenaria de Parque Central, con la
Presencia de presidente de la ya, para entonces República Bolivariana de
Venezuela, Hugo Chávez, disolvimos al Frente Nacional Constituyente de
Trabajadores y dimos paso y fundamos a la Fuerza Bolivariana de Trabajadores, pilar fundamental para
tránsito en el camino hacia el socialismo.
El Chino Khan, además de ser diputado en los periodos comprendidos entre
el año 2000 y el año 2010, llegando a ser presidente de la Comisión de
Desarrollo Social en la Asamblea Nacional, fue también Ministro de Industrias
Básicas y Minería, presidente de la CVG y Director en el Banco Central de
Venezuela.
Con una trayectoria y conducta intachable, se desempeñó en todos y cada
uno de los cargos de gobierno que ocupo, ganándose el respeto y admiración de
todas y todos con los que se rodeó, incluso hasta de sus propios adversarios
ideológicos.
Fui privilegiado al tener placer y el honor de compartir con el Chino
Khan, algunas tareas, entre ellas, viajar por todo el país para conformar las
Direcciones Regionales de la Fuerza Bolivariana
de Trabajadores, participar en la articulación y organización de los procesos
internos del Movimiento Quinta República (MVR), y en el padrinazgo político
para el estado Zulia, en el Referéndum Revocatorio del año 2004, del cual se
cumplen 16 años este 15 de agosto de 2020, entre otras, por solo mencionar
estas tres tareas.
Una de las características evidentes del Chino era su temeridad con la
que enfrentaba los desafíos que tenía en frente, de allí, entre tantas
anécdotas, (porque son innumerables), una que develó en varias oportunidades el
propio Comandante Chávez, en una de esas vistas que la hacían cuando estaba en
prisión, a la hora que salió todo el mundo, la seguridad del recinto
penitenciario se percató que faltaba alguien, por supuesto, faltaba por salir
El Chino Khan, que se había escondido con el propósito de lograr rescatar al
Comandante y sacarlo de la cárcel en un temerario plan de fuga.
Hoy, en esta hora triste, nos corresponde pedir que tu alma vuele alto,
al otro plano donde has de encontrarte con quienes por este pueblo han
entregado el sosiego, las comodidades y la vida, en procura de un mundo más
justo, un mundo mejor.
En la clase obrera venezolana dejas una huella imborrable, que te hará
estar presente en cada una de sus luchas, en cado uno de sus logros y
conquistas.
Nos queda grabada en la mente tu jovialidad, tu alegría y tu ejemplo
revolucionario, para continuar los caminos que conducen hacia el socialismo,
por el que tanto luchaste.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nombre, Ciudad y Correo