Por Diógenes Gámez*
23/02/2021.
Estuvieron presidentes lacayos del imperio norteamericano, junto
a una oposición traidora y apátrida; quienes se presentaron en el puente Simón Bolívar,
bajo el ropaje de la ayuda humanitaria. Apoyaron al fascismo terrorista,
pretendiendo llenar de sangre, miseria, dolor y muerte a nuestro pueblo; no
escatimaron recursos económicos, financiaron conciertos, y hasta contratos
mercenarios terroristas, para tratar de aniquilar al pueblo venezolano y
hacerle daño a nuestra Patria.
Pero, ese día triunfó la Paz, la Soberanía
y la Independencia. Allí se expresó la conciencia colectiva de un pueblo, quien
defendió con gallardía la Patria; y derrotó las intenciones imperialistas y la
hegemonía mundial. Por eso, el 23 de Febrero del 2019; tiene una significancia
histórica, política y territorial. Así como, hace 200 años nuestro padre
Libertador Simón Bolívar derrotó al imperio español en la Batalla de Carabobo;
el 23 de Febrero de 2019, el pueblo derrotó al imperio norteamericano y sus
lacayos, en una batalla épica, en una confrontación. Lo hizo con orgullo
patrio, con los recursos a su mano, con hombres y mujeres que no les importó arriesgar su vida, para
enfrentar al enemigo; todos en unión
cívico militar policial.
La Batalla de los 4 puentes, estuvo bajo la mirada
orientadora del hermano presidente obrero Nicolás Maduro, del alto mando Político
y Militar de la Revolución Bolivariana, de Diosdado Cabello Rondón, el Protector
por el Estado Táchira Freddy Bernal, y por la motivación altiva y sonora de
nuestro recordado Darío Vivas. Es necesario señalar, la participación de
hombres y mujeres patriotas, líderes de la juventud, movimientos sociales,
trabajadores entre otros; de los estados Mérida, Lara, Trujillo, Portuguesa,
Apure, Barinas, Zulia y Distrito Capital, quienes combatieron con arrojo y
fervor patrio al lado de los nuestros; pudiendo contener la avanzada del intento
de invasión del imperio, de sus lacayos y traidores apátridas. No pudieron, ni
podrán. Este es un pueblo convencido que nació para triunfar. La Victoria es y
siempre será nuestra. Una vez más, el pueblo de Bolívar derrotó al imperio
norteamericano.
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