jueves, 24 de marzo de 2022

10- EL RETO DE LA FORMACIÓN PARA LA CLASE OBRERA

 II CONGRESO DE LA CLASE OBRERA


Resultaría inexcusable para el balance que debemos hacer en el marco del II Congreso impulsado por la CBST-CCP para convocar al más amplio debate a la clase obrera y el pueblo trabajador venezolano, no dar un tratamiento adecuado y detallado al tema de la formación política-ideológica como el valor intangible que demanda el proceso productivo. Una formación desde la perspectiva obrera para armarnos con categorías de análisis que aborden las diversas concepciones de mundo, sus implicaciones más directas y por supuesto la transformación de las realidades, es decir, estamos obligados y obligadas a aprovechar el tiempo histórico en el que se vienen develando categorías desde el hacer, el quehacer y el ser cotidiano y

a partir de allí consolidar una consciencia crítica de nuestros y nuestras dirigentes sindicales, sociales y populares; que nos permita identificar definitivamente y con claridad que se trata de dos modelos políticos: el capitalismo que cada día cobra más vidas, excluye a millones de personas en el mundo y depreda sostenidamente la naturaleza o el socialismo que reivindica la vida e incluye a los seres humanos en una dinámica de convivencia, paz y vida.

En ese marco, conviene señalar que los cambios incorporados en el mundo, debido al marco de la pandemia que enfrentamos, nos ha obligado a buscar nuevas alternativas de subsistencia, comunicacionales, productivas y formativas, entre otras, sustentadas básicamente en el uso de las tecnologías como elemento protagónico del diseño para el desarrollo de un nuevo mundo que nos guste (o no) tiene tiempo conformándose frente a nosotros. Al respecto, el 26 de febrero del año 2021, nos dijo el periodista Ignacio Ramonet lo siguiente:

“El medio dominante de hoy son las redes sociales… 30 años han pasado desde la invención del internet, medio que representa la cuarta o quinta gran revolución comunicacional del ser humano… Hoy cada uno de nosotros tiene toda la potencia de la comunicación… las redes sociales representan un sistema específico e inédito que sobrepasa una audiencia y que, en términos cuantitativos, está demostrado que no sólo son un medio dominante… son un instrumento político”. (Conferencia VTV, Ccs, 2021).

Casi un año después, el 26 de enero de 2022, en una ponencia televisada, el presidente Nicolás Maduro señaló otro importante camino que, como venezolanos, debemos tomarnos en serio:

«El metaverso marcará el mundo de las comunicaciones»… «El mundo ha cambiado de manera muy acelerada y ya se habla del mundo del metaverso. Si alguien le pregunta, poca gente lo sabe, pero en uno o dos años el metaverso marcará todo el mundo de la comunicaciones. Yo planteo estos debates para tocar la campana y despertar la conciencia», expresó el mandatario. Hay que definir acciones con el fin de “crear un poderoso centro de producción y comunicación para las redes sociales con el fin de que la cultura nacional… sepa cómo manifestarse, cómo llegar allí a nivel nacional y mundial”.

Por supuesto, podemos darnos cuenta cómo, en tan sólo un año, se nos está marcando una línea tecnológica, que debemos aprovechar en beneficio de la clase obrera.

Ahora bien, sería muy ingenuo pensar que solamente los cuarenta años de sometimiento a los gobiernos del Puntofijismo en Venezuela, son los causantes de la esclavitud ideológica del pueblo venezolano. La sociedad venezolana es el producto de quinientos años de colonialismo, desde la invasión y colonización española cuyos resultados fueron la devastación material, cultural y espiritual del mundo indígena conocido en América Latina, hasta la neocolonización del imperio norteamericano durante los siglos XIX y XX (las dos colonialidades a las que se refiere Enrique Dussel) las cuales han causado los genocidios más grandes del mundo; es esta la génesis de una masiva y estructurada operación de ideologización y naturalización del sistema capitalista.

Entendemos la dificultad que enfrentamos y no por ello, nos dejamos abatir. Las circunstancias descritas nos colocan en condiciones aún más complicadas de superar, porque se trata de quebrar esa estructura de pensamiento, de romper con ese esquema de ser humano que nos fue inoculado en las más íntimas fibras, en los tuétanos; obligándonos a aceptar las realidades de la injusticia social, demagogia política y alienación cultural, variadas formas de corrupción, el enriquecimiento súbito, la delincuencia de cuello blanco, el poder concentrado en una reducida oligarquía que representa el 1% de la población mundial, quien se adueña del 40% de las riquezas del mundo y creer que eso es normal, que la vida es así, naturalizar la explotación y que vinimos a este mundo en esas condiciones y por lo tanto debemos conformarnos con un sistema capitalista que apenas nos permite la reproducción biológica y productiva.

Nos será realmente cuesta arriba alcanzar clarificar estas condiciones por las cuales transita la Revolución Bolivariana, si no somos capaces de trabajar en la formación, con la suficiente rigurosidad para analizar la complejidad de las realidades, pero al mismo tiempo apelar a la sencillez de la cotidianidad. No podemos develar las injusticias sociales, las circunstancias adversas a las que nos tienen, aún sujetos mediante las fuerzas de un eufemístico mercado, sin hacer esfuerzos sostenidos en esta dirección. Debemos esforzarnos por una formación que permita valorar más allá de lo material el cúmulo de logros no sólo reivindicativos, sino de participación política, social, económica y cultural que la Revolución Bolivariana, el Comandante Eterno Hugo Chávez y su inquebrantable continuador el Presidente Obrero Nicolás Maduro, ha tenido para con la clase trabajadora, lo cual en nuestra opinión hace posible el esfuerzo en la construcción de la consciencia social necesaria, urgente, emergente para revertir y transformar las realidades; es decir, que permita la concientización individual y colectiva para cada día “ser más” como diría Paulo Freire, pero, no para ser más que los demás, que es una premisa del capitalismo, sino para ser cada día más humanos.

Con una maquinaria mediática tan poderosa como la que nos mueve al consumismo inconsciente, que como lo denuncia Eduardo Galeano es “La cultura del consumo, cultura de lo efímero, que condena todo al desuso mediático. Todo cambia al ritmo vertiginoso de la moda, puesta al servicio de la necesidad de vender”.(Eduardo Galeano; El Imperio del Consumo. 2012) Por ello, se nos impone como necesario unir la praxis y la teoría para forjar la conciencia revolucionaria, porque las más grande garantía de continuidad de la revolución, será la capacidad que tengamos de desvelar las injusticias del sistema capitalista y esto sólo podemos lograrlo entre otras cosas, con formación política-ideológica desde nuestro acontecer diario y que sean los conceptos trabajados por la gente, los que se conviertan en teoría desde la práctica diaria, con el auxilio por supuesto de los avances en la ciencia y tecnología.

Los planteamientos anteriores quedan reforzados, con el artículo: “Teletrabajo: una oportunidad de repensar la educación en la era de la tecnología”, donde la doctora chilena Lioubov Dombrovskaia, nos dijo:

La pandemia nos demostró que es posible trabajar productivamente a distancia. Creo que el teletrabajo será una modalidad permanente, que podremos aprovechar en beneficio propio y de nuestras familias… El desafío de la pandemia se encuentra en adecuar nuestra forma de trabajar a las circunstancias y aprender a usar mejor las herramientas disponibles… Más que desarrollo de herramientas, es una oportunidad de repensar la educación en la era de la tecnología… Creo que la educación a distancia será una de las formas más usadas en el futuro. Con la rapidez con que cambia el mundo y el trabajo, sería la forma de adquirir las habilidades que el mercado laboral requiere. (p. 0, 2020). [Negritas nuestras]

De esta manera, desde la clase obrera comprendemos que ahora la tecnología y la educación se han imbricado por lo que podemos aprovechar herramientas clásicas como los foros, debates, diálogos, conferencias, cine-foro, clases magistrales, etc., para realizar nuestros procesos formativos a través de la modalidad a distancia por medio internet a través de video-conferencias o foro-chats a través de WhatsApp o Telegram, lecturas en PDF con cuestionarios en línea, cine-foros a distancia, clases on line síncronas o asíncronas a través de plataformas como Moodle o Google Classroom, etc. Se trata entonces de emplear la tecnología imperante en función de difundir el pensamiento filosófico de la revolución y que éste permanezca en el tiempo, gracias al uso de plataformas como YouTube, Vimeo, Facebook, etc. Por supuesto que en el aspecto comunicacional podemos emplear redes sociales como Twitter, Instagram, Tik-Tok, entre otras.

Desde luego que no se trata de implementar una formación política e ideológica para depositarle conceptos a las y los compatriotas, o bien que se recree en el uso de las “tecnologías” como aparente forma de adaptación a los cambios de época y poco más; se trata de una formación donde, desde nuestra cotidianidad, la gente construya los conceptos y genere las categorías para continuar analizando las realidades, pero además esto contribuya firme y radicalmente con erradicar las condiciones adversas de vida capitalista y generar una vida más justa, solidaria, socialista. Proponemos una formación en la cual la dinámica de los encuentros para la construcción o reconocimiento de conocimientos entre las y los participantes esté orientada por preguntas generadoras con base en el quehacer diario de las personas, su historia, lo que somos, por qué somos lo que somos, donde la gente pueda ver el porqué de nuestras economías, por qué existe una lucha entre quienes son los dueños del capital y la clase trabajadora, donde se pueda develar la razón de ser del oposicionismo venezolano y concluir que responde a la defensa de los intereses de los grupos económicamente poderosos.

Pero, lo más resaltante de esta propuesta formativa, es que no se van a desarrollar estudios desde los conceptos fríos y etéreos, desde una teoría sin sentido que nuestros trabajadores y trabajadoras no puedan comprender; sino que desde las preguntas generadoras, que tienen que ver con el diario quehacer, con lo que decimos, con lo que pensamos, con lo que nos sucede día a día, se van a ir descubriendo las categorías para el análisis de la historia y también se puedan ir construyendo nuevas categorías que nos permitan delinear, nuevas concepciones para seguir defendiendo e impulsando con más fuerza cada día la Revolución Bolivariana.

Reiteramos, la más grande garantía de continuidad de la revolución será la capacidad que tengamos de develar las injusticias del sistema capitalista y esto sólo podemos lograrlo con formación política–ideológica desde nuestro acontecer, la metodología que proponemos está lejos de la metodología de la erudición, jerárquica, egoísta, subordinada. Sino una metodología donde entre todos y todas se develan situaciones, relaciones y realidades para reconstruir conceptos y praxis que nos permitan cambiar esas realidades. Al respecto decía Lenin: “Para el comunista (...) hace falta algo más que nociones rudimentarias. Hay que 'aprender el comunismo', aprender a 'crear la sociedad comunista. Y esto no se puede conseguir sin una lucha práctica cotidiana por el comunismo, sin la participación personal y constante en su creación. Sin trabajo, sin lucha (...) el conocimiento libresco del comunismo (...) no tiene absolutamente ningún valor”. (Lenin, Vladimir; El renegado Kautsky)

Se trata de una metodología que no es para saber más o adquirir conocimientos teóricos, conceptuales y regodearnos académicamente en ellos, al contrario se trata de una metodología para la construcción de conocimientos teóricos y conceptuales desde nuestro vivir diario y para el vivir. Por supuesto, al final estas concepciones estarán transversalizadas por las categorías históricas del desarrollo multilíneal de los procesos que nos conducen al socialismo. Insistimos, se impone desarrollar una concepción de la formación que no sea prisionera de la hegemonía positivista, la cual se viene ejerciendo sobre nuestras formas de pensar, sistemas de creencias y mecanismos de representación que el sistema educativo y las concepciones pedagógicas de la sociedad capitalista han configurado. Tomando distancia de lo afirmado por el positivismo y el funcionalismo lo esencial en esta nueva concepción de la formación es considerar que la fenomenología social se haya compuesta de relaciones, hechos, acciones, luchas y se construye empujada por la voluntad humana, voluntad esta que en el fondo es política y debe estar fundada en un profundo conocimiento de la realidad social.

Nos estamos refiriendo a una formación comprometida con lo real-concreto que pone de lado el uso de modelos abstractos sustentados por la inútil especulación, imponiéndose la resolución teórico-práctica de problemas y contradicciones reales, así como la reconstrucción permanente de categorías, conceptos, formulaciones y enfoques, decididos militantemente a enfrentar problemas que dificultan el desarrollo social, que acosan la vida y colocan a la humanidad en encrucijadas de tipo cultural y civilizatorio, como las presentes hoy. Por tanto la formación en nuestro concepto, es acción social del sujeto histórico, es decir la formación está vinculada a complejos tejidos de relación social, a las vivencias de los sujetos que son nutrientes especialísimos de la formación en tanto que acción social. El objetivo fundamental de una formación filosóficamente distinta como ésta, es producir conocimiento a partir de la recuperación de la memoria histórica y de la sistematización de la experiencia de vida. El tutor tradicional utiliza el saber como poder otorgado para imponer sus propios intereses de clase, su voluntad ideológica, la cual usa para estimular y afianzar la supuesta naturalidad que contiene la división del trabajo entre manual e intelectual. En esta concepción de la formación subyace una jerarquía, un autoritarismo, un dirigismo al servicio de la dominación social y la normalización cognitiva.

Debemos reconocer en estas reflexiones acerca del proceso de formación, que el participante no es un ser inactivado, un objeto; contrariamente a esto es un sujeto individual-colectivo que se apropia del saber genérico y específico participando de experiencias significativas de; reflexión, análisis y debate. Por tanto es esta una pedagogía que afirma y fortalece las formas organizadas de los sectores populares y obreros, con capacidad para dar sentido a un nuevo orden ético, económico, político y social, impugnando las metodologías que estimulan el individualismo y apostando firmemente por la construcción de redes sociales, de pueblo organizado y consciente ejerciendo efectivamente el poder. Su fortaleza emancipatoria consiste en ser poder que construye saberes colectivos, donde la formación no es un monólogo, es comunicación e intercambio dialéctico. En el entendido que la formación es una experiencia que construye campos de acción socio-políticos articulados a otros campos de acción, trabajo y lucha con la clara vocación de profundizar en la transformación estructural de la sociedad y en consecuencia de las relaciones capitalistas de producción con el único objetivo de construir el socialismo.

Un proceso de formación concebido así, debe enrolar a orientadores, acompañantes, facilitadores militantes en la construcción, reconstrucción y sistematización del saber individual -colectivo, del conocimiento vivencial y cotidiano, del desarrollo técnico y científico. Es necesario que exista una interrelación entre los dos; relación de orientación y empoderamiento del saber, del conocimiento así construido, para transformar la realidad. Sin duda constituye una formación basada en el diálogo y en develar realidades complejas y problemáticas. Llegar a construir el conocimiento en estos espacios será el resultado de ejercicios de todo tipo: lógicos, racionales, lúdicos, artísticos, técnicos, creativos. No dudamos en proponer a la investigación acción participativa proveniente de la llamada pedagogía crítica como metodología pues, fue motor de la revolución epistemológica que se desencadenó hace unas décadas atrás. Por tanto no se agota en una simple metodología de la investigación, es también en esencia una expresión del activismo social, de la militancia en el apoyo a los colectivos populares, del compromiso político, de la participación consciente. Es una suerte de juntar todos los espacios: políticos, sociales, pedagógicos, ecológicos, comunitarios, obreros, campesinos, estudiantiles, militares, enlazándolos en una poderosa red.

De allí que un objetivo fundamental para la investigación acción participativa sea, potenciar y hacer explotar el poder del pueblo, de las llamadas clases subordinadas pero, más aún, es lograr conquistar el control sobre el proceso de producción del conocimiento, su sistematización y uso tienen el fin estratégico de romper con el actual monopolio sobre la ciencia y la cultura que ejercen las élites. Es este un proceso pedagógico de pensar y repensar la experiencia en la que se participa, lo cual viene a negar la condición externa, alejada, neutral de los involucrados. Se es sujeto activo, se participa, se compromete, impugna, cuestiona, formulan dudas y hacen propuestas. Es un esfuerzo pedagógico que sella compromisos de relacionamiento continuo, creativo y transformador. Es una pedagogía insurgente, desobediente, liberadora, autotransformadora y transformadora. Partiendo de lo anteriormente señalado, proponemos un Sistema Nacional de Formación, que tenga enlace con distintas Universidades Públicas creadas en revolución, comenzando con la Universidad Bolivariana de Trabajadores "Jesús Rivero", este Sistema de Formación tendrá como basamentos:

1) La Ética y la Moral Revolucionaria; que permita cercenar los flagelos del capitalismo; la corrupción y el burocratismo, que tanto daño hacen a la Revolución Bolivariana, centrándonos en los valores expresados en nuestra constitución, debemos luchar contra los antivalores del capitalismo, como el egoísmo y el individualismo, se hace necesario asumir los valores del humanismo, la solidaridad, la igualdad, es por ello que debemos entender que toda revolución es y debe ser una transformación moral y ética que debe expresarse en la conciencia del individuo y de su colectivo.

Carlos Marx señala: "la existencia social determina la conciencia social" es decir a determinadas condiciones de vida, corresponden determinadas ideas y condiciones políticas. El sistema político es el que condiciona el proceso de vida social, política e intelectual, no es la conciencia del hombre o la mujer la que determina la realidad; por el contrario, la realidad social es la que determina la conciencia.

La formación permanente es parte esencial para la construcción de la ética revolucionaria, pero es insuficiente, el desarrollo de la formación debemos verla como parte de la acción individual y colectiva, aplicar la ética revolucionaria debe ser una de las mejores herramientas para la defensa de cualquier desviación que conlleven a la clase trabajadora al camino de la contrarrevolución.

2) Comprensión de la realidad para poder transformarla; para transformar la realidad, estructuralmente y en su complejidad hay que comprenderla, por medio de una relación permanente con ella, en este sentido el Sistema Nacional de Formación debe hacer de ese conocimiento, de manera crítica, de su producción en la práctica revolucionaria, la clase trabajadora debe desarrollar una comprensión del mundo , este relacionado con el tiempo y el espacio, en donde toca actuar como individuo y en colectivo para impulsar la revolución.

3) Compromiso con el proyecto del socialismo bolivariano; partamos de que tenemos una historia propia con una tradición de luchas, esa es la fuente primaria, en donde el Comandante Hugo Chávez expreso del árbol de las tres raíces: Simón Bolívar, Ezequiel Zamora y Simón Rodríguez y ahora tenemos que incorporar una cuarta raíz que es el aporte personal del Comandante supremo, como síntesis de las tres anteriores, tomando en cuenta la teoría revolucionaria del socialismo científico y su análisis crítico de las experiencias socialistas del siglo XX. En resumen nuestra revolución se identifica como bolivariana, chavista, socialista, anticapitalista y antiimperialista.

4) Manejo de herramientas necesarias para la práctica revolucionaria; debemos partir de una máxima de que la formación en sí misma no tiene sentido revolucionario si no es útil para la transformación del mundo, por ello tenemos que trabajar con y para la clase trabajadora y para ello debemos manejar determinadas herramientas necesarias para ejercer el oficio revolucionario: Análisis de la realidad, la organización de la clase trabajadora, síntesis y manejo de la información, la comunicación, dirigir reuniones, capacidad de movilización.

METODOLOGÍA PARA LA FORMACIÓN:

1) El uso de la Pedagogía crítica y liberadora como formación teórico-práctica para la transformación, debe ser un vehículo para fundamentar y fortalecer este planteamiento en el seno de la clase trabajadora, todo proceso pedagógico contiene una visión de mundo y de relaciones entre sus miembros, en función de una determinada ideología, de ahí que toda acción educativa es política, por ello debemos asumir la política como un proceso que contribuye a la construcción de una nueva hegemonía socialista.

2) Teoría-práctica para la transformación social a partir de la investigación acción participativa, la teoría y la práctica debe ser fuente y destino de la acción formativa, todos los talleres, cursos, charlas y video-conferencias deben diseñarse sobre la base de esta relación, tanto en sus contenidos, como en sus estrategias.

3) Formación planificada; los programas de formación deben tener como base las necesidades que se desprenden de la construcción del socialismo bolivariano y su expresión en el Plan de la Patria.

4) Formación científica y humanística; todo proceso formativo debe impulsar los principios, valores y doctrina expresados en nuestra Constitución y en el Plan de la Patria, para ello el proceso pedagógico debe basarse en el conocimiento humanístico y científico en cuanto a las luchas expresadas en estos 23 años de revolución bolivariana .

5) Contextualizada y permanente; la formación debe partir de un análisis concreto de nuestra realidad de manera dialéctica, de lo particular a lo general, permanente porque la revolución está en constante cambio, en transformación permanente por lo tanto la formación debe y tiene que ser permanente.

6) Formación individual y colectiva; las y los revolucionarios debemos tener un compromiso individual y colectivo, por esta consideración la formación de igual manera debe propiciar el estudio individual y colectivo, el proceso de enseñanza-aprendizaje debe impulsar la solidaridad, el respeto mutuo, el compartir, la crítica y la autocrítica.

7) Diálogo de saberes; el trabajador, la trabajadora deben tener inventivas a través de un diálogo crítico, la experiencia acumulada debe servir como fuente de reflexión-acción para avanzar en la definición de métodos que sirvan de impulso en la construcción del socialismo.

Esta metodología y basamentos deben servir como herramienta fundamental para el impulso de la formación política-ideológica de la clase trabajadora y permita con ello un paso importante en la construcción del socialismo bolivariano.

A modo de conclusión, debemos manejar determinadas herramientas necesarias para ejercer el oficio revolucionario: Análisis de la realidad, la organización de la clase trabajadora, síntesis y manejo de la información, la comunicación, dirigir reuniones, capacidad de movilización, recordando siempre que nuestra revolución se identifica como bolivariana, chavista, socialista, anticapitalista y antiimperialista. Y que, ahora, se podrá proporcionar el contenido más profundo a través de la modalidad Educación a distancia que estará al alcance de todos en cualquier lugar, a cualquier hora y por todos los medios en que podamos estar de manera permanente. Esta metodología y basamentos deben servir como herramienta fundamental para el impulso de la formación política-ideológica de la clase trabajadora y permitirá con ello un paso importante en la construcción del socialismo bolivariano.

Comisión Organizadora

Febrero 2022

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nombre, Ciudad y Correo

Entrada destacada