“La crisis de la humanidad
es la crisis de la dirección
revolucionaria”
León Trotsky
El marxismo afirma que la historia no la hacen determinadas razas privilegiadas u hombres geniales, ni las ideas, sino la lucha de las clases. El progreso de la humanidad o su retroceso se explica por la lucha de una clase contra otra, en este marco se ubica el papel del individuo, como representante o como ideólogo, pero de determinados intereses de clase y lo decisivo, es esto último.
La situación mundial ha llegado a un punto
tal y en concreto la crisis estructural del capitalismo, que a la humanidad se
le plantean dos alternativas: perecer en medio de esta crisis o encontrar la
salvación en el socialismo. Sobre ello planteaba Rosa Luxemburgo: “El
socialismo, dijeron, se volverá una necesidad histórica. El socialismo es
inevitable, no solo porque los proletarios ya no están dispuestos a vivir bajo
las condiciones que les impone la clase capitalista, sino también porque si el
proletariado no cumple con sus deberes de clase, sino construye el socialismo,
nos hundiremos todos juntos”
Históricamente no ha existido ninguna
revolución sin que la misma sea conducida por una organización política, sea
ésta partido, frente, movimiento; ejemplo, la primera revolución proletaria
triunfante en 1917, la revolución Bolchevique, conducida por el Partido
Bolchevique, por ello la afirmación de León Trotsky es crucial: “La crisis de
la humanidad es la crisis de la dirección revolucionaria”. En 1959 el
Movimiento 26 de Julio en Cuba dio surgimiento al primer Estado obrero en
América Latina, luego en 1979 tomó el poder el Frente Sandinista de Liberación
Nacional en Nicaragua, y el caso más reciente es la Revolución Bolivariana,
impulsada por el Comandante Hugo Chávez, por la vía pacífica y democrática,
convirtiéndose en un referente a nivel mundial, cuando a partir de 1989 con la
caída de la URSS, ya muchos hablaban del fin de la historia, que no había
esperanza con el socialismo, pero aquí estamos de pie, firmes, impulsando el
socialismo bolivariano, convirtiéndonos en un ejemplo para los pueblos del
mundo.
Para realizar la revolución, hace falta un
partido revolucionario, el partido revolucionario debe ser creado sobre las
bases de un programa revolucionario y socialista, de lo contrario es imposible
conducir a la clase obrera y al pueblo en general en la lucha contra la burguesía
y el imperialismo. El partido debe ser el arma política de la clase obrera para
la toma del poder y derrumbar el Estado capitalista. Durante estos 22 años de
revolución han transcurrido muchos acontecimientos en medio
de una intensa lucha de clases que permite analizar el por qué no hemos
profundizado la Revolución Bolivariana para la construcción del socialismo, del
socialismo bolivariano o el socialismo del siglo XXI como lo denominó el
Comandante Chávez.
Sin duda se han realizado
grandes esfuerzos para que la revolución tenga una conducción orgánica que
permita aglutinar a la gran mayoría de la población y a su vez formarlos
política e ideológicamente, distintos intentos de organización se han venido
dando a lo largo de estos años, como los Consejos Comunales, las Comunas, los
CLAP, lo más reciente es el Congreso Bicentenario de los Pueblos que agrupa
alrededor de 38 movimientos sociales, cuyo accionar en estos momentos es
fundamentalmente movimiental.
Las organizaciones más
importantes que ha tenido la revolución bolivariana son: el Movimiento Quinta
República, que se convirtió en una organización con una gran capacidad de
movilización y un tremendo aparato electoral, tanto que nunca perdió un proceso
de elecciones, el otro por supuesto es el Partido Socialista Unido de Venezuela
que con la convocatoria para su conformación, realizada por el Comandante
Chávez, acudieron cuadros probados en los combates políticos, independientes,
provenientes de otros partidos políticos de izquierda y millones de hombres y
mujeres acudieron a inscribirse como aspirantes o miembros del PSUV,
actualmente posee más de 7 millones de inscritos.
El PSUV en los términos
organizativos-estructurales pudiéramos decir que ha avanzado mucho más que el
MVR, porque logro insertarse territorialmente en distintos espacios del
territorio nacional desde la conformación de las UBCH hasta llegar a los
Líderes de Calle, pero aún no se ha planteado la tarea de estructurarse en el
movimiento obrero, de tener organización en las fábricas, en la administración
pública y esto es contradictorio porque en el “Libro Rojo” donde se expresan
las Bases Programáticas del PSUV, señala: “Las fuerzas motrices o sujetos de la
Revolución Bolivariana son las trabajadoras y los trabajadores en su doble
condición de creadores de la riqueza social y expropiados del fruto de su
trabajo y, en tal condición, llamados a dirigir la revolución en el marco de la
lucha de clases...”
A razón de este
planteamiento programático, la participación de la clase trabajadora en el seno
del PSUV avanzó con la creación de la Vicepresidencia de la Clase Obrera, con
lo cual debemos ser autocríticos, pues no hemos construido el partido en el
seno del movimiento obrero, en los centros de trabajo. Nos limitamos a crear
una estructura orgánica con vocerías en cada uno de los estados, que son
expresión de la CBST, siendo sesto insuficiente, porque aún en los hechos, no
se asume la importancia del rol histórico que debe jugar la clase trabajadora,
en lo organizativo y para la conducción de la Revolución Bolivariana. A razón
de ello, el Presidente Nicolás Maduro nos señala en el marco de una nueva
conmemoración del 23 de enero de 1958: “El músculo de la Patria, el músculo de
la revolución es la clase obrera, téngalo presente líderes, liderezas, sin
clase obrera organizada, movilizada y construyendo, jamás habría revolución de
verdad. La revolución socialista para que sea de verdad, tiene que tener a la
clase obrera organizada, empoderada y al frente de los grandes cambios, de los
grandes procesos.” Por estas razones es indispensable el fortalecimiento del
Partido Socialista Unido de Venezuela, su estructuración en el seno de la clase
obrera, para que sirva de motor e impulso fundamental de la construcción del
socialismo bolivariano. El PSUV debe tener una política para los trabajadores,
debe desarrollar una inmensa campaña de formación política-ideológica acerca de
los principios del socialismo que conlleve al debate en el seno de la clase
trabajadora. Sobre ello nos ilustraba Lenin en 1903 ...”el proletariado solo
puede llegar a ser y será inevitablemente una fuerza invencible si, unido en el
plano ideológico por los principios del marxismo, ve fortalecida esa unidad
material de la organización, que fusione a millones de trabajadores en un
ejército de la clase obrera”
Es necesario impulsar una
estructura organizativa de las y los trabajadores del PSUV de abajo hacia
arriba, donde se conformen Unidades Obreras, en cada entidad de trabajo, tanto
en el sector privado como en el sector público, en el sector agrícola y de la
pesca.
El partido debe tener como
una de sus tareas centrales la FORMACIÓN política e ideológica, de manera
permanente de cada uno de sus militantes, para que los mismos logren comprender
y armarse políticamente de las herramientas necesarias para la construcción de
la nueva sociedad que debemos construir: el socialismo bolivariano. Entender
que es la única salida a favor de la humanidad, como necesidad histórica, la
formación debe y tiene que servir para dotarnos del uso del marxismo como
perspectiva teórica y método de análisis de la realidad y la historia, centrada
en la lucha de clases, utilizando la interpretación materialista dialéctica e
histórica. La formación debe ir acompañada del impulso de la ética y la moral
revolucionaria que permita atacar los flagelos del capitalismo: la corrupción y
el burocratismo que tanto hacen daño a la Revolución Bolivariana. La ética
tiene que ver con hacer lo “correcto” de acuerdo a los valores que se
establecen en una sociedad y ello tiene que ver con unos principios, en nuestro
caso expresados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
el Plan de la Patria y en concreto en el Partido con su programa en el “Libro
Rojo”.
En la lucha por construir
una nueva sociedad, manifestada en el proceso de lucha de clases, debemos
luchar contra los antivalores del capitalismo como el egoísmo, el
individualismo, el tener por encima del ser; se hace necesario asumir los
valores reflejados en el preámbulo de la Constitución: el humanismo, el bien
común, la igualdad, la fraternidad, la solidaridad…, en ese sentido debemos
entender que toda revolución es una transformación moral y ética que debe
expresarse en la conciencia del individuo y de su colectivo. Sobre este aspecto
nos señala Carlos Marx: “La existencia social determina la conciencia social”,
es decir determinadas condiciones de vida, corresponden determinadas ideas y
condiciones políticas. La sociedad en su conjunto le impone al individuo una
ideología que marcará su conducta y modo de ser y pensar. El sistema político
imperante es el que condiciona el proceso de vida social, política e
intelectual, no es la conciencia del hombre o la mujer la que determina la
realidad; por el contrario, la realidad social es la que determina la
conciencia.
El impulso de la ética
revolucionaria debe ser con la participación de todo el pueblo en especial de
la clase trabajadora que es la que produce y reproduce la vida, dicha
participación debe ser de manera igualitaria, sin ningún tipo de privilegios,
que permita la construcción del socialismo y cuyos militantes del partido sean
ejemplo para el conjunto de la sociedad.
La formación permanente es
parte esencial para la construcción de la ética revolucionaria, pero es
insuficiente, el desarrollo de la conciencia no solo es la formación, debemos
verla como parte de la misma acción individual y colectiva, aplicar la ética
revolucionaria será una de las mejores herramientas para la defensa de
cualquier desviación que conlleve a nuestros militantes al camino de la
contrarevolución.
Con este documento se
pretende orientar la necesidad de la organización revolucionaria y rol que debe
jugar la clase obrera en el partido y para la construcción del socialismo, en
este sentido, se plantean una serie de interrogantes que sirvan para el debate:
1) ¿En el PSUV la clase
obrera debe tener un espacio y peso político importante, por qué y para qué?
2) ¿Existe un plan para la
formación de cuadros de trabajadores en el seno del PSUV?
3) ¿El partido debe
construirse en las fábricas, en los liceos, en las universidades, en los
centros de trabajo?
4) ¿El partido se
relaciona con la CBST, con los sindicatos, debe hacerlo?
5) ¿Cuál es el papel de la
clase trabajadora en la construcción del socialismo?
6) ¿La clase obrera es la
única clase que puede disputarle el poder político y económico a la burguesía?
Comisión Organizadora
Febrero 2022
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